MÉXICO.- Previo a la pandemia del covid-19, la inversión en México ya presentaba una tendencia a la baja, pero con el cierre de actividades decretado por el gobierno federal como medida de prevención dicha reducción se profundizó, debido a los escasos recursos públicos orientados a este rubro y a los bajos niveles que registra la confianza empresarial, mismos que limitan las posibilidades de una mayor recuperación y crecimiento económicos, de acuerdo con especialistas.
Hoy el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publica la inversión fija bruta de marzo de 2020 y Grupo Financiero Banorte estima que presentará una caída anual de 10.9 por ciento y mensual de 2.6 por ciento, pues los datos comenzarán a mostrar parte del impacto del covid-19, sobre todo en maquinaria y equipo ante las disrupciones a las cadenas de suministro.
Hacia adelante Banorte prevé que la inversión tenga una contracción incluso más rápida en el segundo trimestre de 2020, particularmente en abril y mayo. Esto estaría explicado por un panorama mucho más débil ante la entrada en vigor de medidas de distanciamiento social más significativas y la fuerte desaceleración económica. De acuerdo información del Inegi, la inversión fija bruta, que representa los gastos en maquinaria y equipo, y en los de construcción, registró en febrero de 2020 una caída de 8.6 por ciento respecto al mismo mes de 2019, con lo que sumaron trece caídas anuales continuas.
El Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) señaló que la caída del sector de la construcción en 2019 mantiene viva una de las herencias menos favorables del modelo económico, vigente desde hace 40 años, para la sociedad y economía mexicana: sin infraestructura moderna y de calidad se perpetúan las condiciones restrictivas que impiden la superación de la pobreza, la informalidad y la marginación en la que viven millones de mexicanos.
En este contexto, el Banxico prevé que la inversión se vea afectada considerablemente por la mayor incertidumbre y los efectos económicos asociados a la pandemia del covid-19.
mmr
MÉXICO.- Previo a la pandemia del covid-19, la inversión en México ya presentaba una tendencia a la baja, pero con el cierre de actividades decretado por el gobierno federal como medida de prevención dicha reducción se profundizó, debido a los escasos recursos públicos orientados a este rubro y a los bajos niveles que registra la confianza empresarial, mismos que limitan las posibilidades de una mayor recuperación y crecimiento económicos, de acuerdo con especialistas.
Hoy el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publica la inversión fija bruta de marzo de 2020 y Grupo Financiero Banorte estima que presentará una caída anual de 10.9 por ciento y mensual de 2.6 por ciento, pues los datos comenzarán a mostrar parte del impacto del covid-19, sobre todo en maquinaria y equipo ante las disrupciones a las cadenas de suministro.
Hacia adelante Banorte prevé que la inversión tenga una contracción incluso más rápida en el segundo trimestre de 2020, particularmente en abril y mayo. Esto estaría explicado por un panorama mucho más débil ante la entrada en vigor de medidas de distanciamiento social más significativas y la fuerte desaceleración económica. De acuerdo información del Inegi, la inversión fija bruta, que representa los gastos en maquinaria y equipo, y en los de construcción, registró en febrero de 2020 una caída de 8.6 por ciento respecto al mismo mes de 2019, con lo que sumaron trece caídas anuales continuas.
El Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) señaló que la caída del sector de la construcción en 2019 mantiene viva una de las herencias menos favorables del modelo económico, vigente desde hace 40 años, para la sociedad y economía mexicana: sin infraestructura moderna y de calidad se perpetúan las condiciones restrictivas que impiden la superación de la pobreza, la informalidad y la marginación en la que viven millones de mexicanos.
En este contexto, el Banxico prevé que la inversión se vea afectada considerablemente por la mayor incertidumbre y los efectos económicos asociados a la pandemia del covid-19.
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