MONTERREY.- La del 2020 no pinta para ser una blanca navidad para todos, y menos para los que esperaban en la época decembrina una temporada positiva y de prosperidad económica.
Desde hace ocho años, Felipe Hernández modifica su traje de Santa Claus para durante todo el mes de diciembre, repartir alegría a los niños en las posadas y celebraciones, y de paso incrementar sus ingresos hasta un 70 por ciento.
Sin embargo, conforme transcurría el 2020, Felipe veía con preocupación que la pandemia, lejos de terminar, amenazaba con opacar más celebraciones, y con ello, las afectaciones económicas eran inminentes.
En este año, y ante el panorama de la pandemia, el equipo contempla operar de manera distinta.
Y es que llevar al mítico personaje navideño a la mayor cantidad de hogares posible, requiere además de la colaboración de más personas, que este año no contarán con un ingreso mayor, para consentir a sus familias o costear sus necesidades, por lo que pide a las autoridades que les permiten trabajar y así disminuir las afectaciones económicas
Ante la pesadilla que ha resultado el 2020 para muchos, y aunque será a distancia, Felipe ve con preocupación el impacto que el Covid-19 está dejando a los niños, por lo que, utilizando su traje rojo y su barba blanca, envía un mensaje de esperanza a los reyes del hogar, para que esta navidad, no pierda el verdadero sentido.
ard