La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) advirtió que las previsiones de crecimiento económico, de 2 a 2.6 por ciento en 2018 y de 1.8 a 2.8 por ciento en 2019, está sujetas a un “elevado grado de incertidumbre”, en tanto que el riesgo de que la inflación sea más alta persiste, entre otros factores, por los precios de los energéticos.
De acuerdo con la minuta de la última reunión de política monetaria, donde se decidió mantener la tasa de interés de referencia, entre los riesgos para el crecimiento destacan la implementación de la política pública que enfrentará el próximo gobierno, cierta debilidad de los componentes de la demanda agregada y la baja producción de la plataforma petrolera.
Con respecto a la inflación, la mayoría de los integrantes de la junta destacó el impacto que ha tenido por precios más altos a lo previsto en los energéticos, especialmente la gasolina y el gas LP.
En este sentido, miembros de la junta comentaron que la posibilidad de que continúe la tendencia alcista de las cotizaciones internacionales del petróleo y otros energéticos, podría afectar a la actividad económica y a la inflación a nivel global y, por tanto, a México.
Uno precisó que el aumento en los precios del petróleo obedece a varios factores que han confluido, entre ellos, la mayor demanda en Estados Unidos, la rigidez en la oferta de los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y las sanciones impuestas a Irán.
Es así que todos los integrantes coincidieron en que el balance de riesgos para la trayectoria esperada de la inflación mantiene un sesgo al alza, en un entorno de incertidumbre en el que persisten riesgos externos e internos.
Entre los principales riesgos al alza, la mayoría destacó la posibilidad de que el peso mexicano se vea presionado por factores externos e internos; un posible escalamiento de medidas proteccionistas a nivel global que afecte a la inflación y el riesgo de mayores presiones en los precios de los energéticos
Asimismo, una probable reversión del comportamiento favorable de los precios de los productos agrícolas y de que las negociaciones salariales no sean congruentes con las ganancias en productividad son elementos de riesgo para el nivel de precios.
En este contexto, la mayoría resaltó la importancia de contar con fundamentos macroeconómicos sólidos, los cuales han permitido que la economía transite de manera ordenada en un entorno especialmente complejo.