Durango, Dgo. Según las declaraciones del vocero de la arquidiócesis de Durango, Noé Soto, el cierre de templos iniciado desde hace aproximadamente 1 mes por el brote de Covid 19 en la entidad, ha comenzado a repercutir en el mantenimiento de parroquias e iglesias, ya que, al no haber aportaciones monetarias por parte de los fieles devotos, los ingresos han sido nulificados para el clero local.
El pago de servicios como agua y luz, así como el de sacristanes, secretarias y afanadores, hasta el día de hoy ha tenido que ser absorbido por las arcas de la arquidiócesis y las donaciones de algunos feligreses que continúan acercándose a la fe católica.