MONTERREY.- Terminaban los setentas y en enero de 1979, Monterrey vivía en paz, sin inflación ni los sinsabores que ofrece eso que llaman la vida moderna.
Las tardes se pintaban de rojo con el humo de la Fundidora y entre las señoras que sacan la mecedoras a la banqueta o las familias que se iban a pasear a los parques, las calles ofrecían estampas que únicamente inspiraban a la tranquilidad.
En aquel invierno, los regiomontanos no tenían mayores esperanzas que el Papa Juan Pablo II, que realizaría una visita a México, hiciera una escala a Monterrey… Pero a medida que se acercaba la anunciada gira, surgió una sorpresiva noticia: que Karol Wojtyla el máximo jerarca de la Iglesia Católica, sí llegaría a la capital industrial de México para oficiar una misa y brindar un mensaje a los obreros.
Era la tercera semana de enero y el Arquitecto Héctor Benavides, conductor de Notioro de Canal 12, hoy Telediario de Multimedios Televisión, decidió adelantarse a todos y viajó a Roma con intenciones de realizar reportajes previo a la visita.