Durango.- Todos los días, miles de personas en el país resultan contagiadas de COVID-19, mientras que otros son vacunados para evitar ser víctimas de esta terrible enfermedad. A la llegada de las primeras dosis del biológico anticovid, a inicios de año, el esquema de vacunación contemplaba personal de salud de la primera línea, adultos mayores y personas con alguna comorbilidad, sin embargo, nadie contempló a un grupo de la salud que no ha bajado la guardia, nos referimos a los dentintas.
El doctor Francisco es uno de ellos, quien recordó como fue la noticia de la llegada del virus, sin embargo, jamás dejó de trabajar, pero bajo el temor de contagiar a sus familiares y amigos.
Para comprobar lo riesgoso de su profesión y del contacto que se tiene con la boca del paciente y su saliva, realizamos un ejercio, colocar colorante en la boca para evidenciar como terminan después de una consulta.
Francisco, explicó que las boca es una de las cavidades más sucias del cuerpo humano, además de las millones de bacterias que se producen allí.
La conclusión de este ejercicio fue contundente, batas, guantes, caretas, utensilios e incluso el piso del consultorio manchado de púrpura muestra del riesgo que su profesión implica.
La exigencia es una, ser contemplados como personal de riesgo y que la vacuna llegue lo antes posible para ellos y el bien de sus hijos familias, pacientes y amigos.