Según la Encuesta Nacional de Seguridad Urbana, el 51.5 por ciento de la población manifestó haber tenido un problema o al menos una discusión dentro de sus hogares, lo cual degenera la salud mental. Y al menos el 5 por ciento de los trabajadores encuestados, consideran que padecen ansiedad o depresión, que son las enfermedades más comunes que padecen los duranguenses.
Carlos Güereca Prado, presidente de la Organización Interamericana de Consejos Ciudadanos, dijo que en Durango solamente se cuenta con atención psiquiátrica en el Instituto de Seguridad Social y de Servicios (ISSSTE) y el Instituto de Salud Mental, cuenta solamente con un uno por ciento del presupuesto general.
Esta falla presupuestal se presenta tanto en los hogares como en las calles. Y para la demanda, es poca la capacidad de atender por parte del Instituto Municipal de Salud Mental, pues también las adicciones, agravan la situación y las consecuencias derivaban en suicidios.
Otro de los puntos mencionados por el entrevistado fue en el sentido que no se ha dimensionado de la manera correcta la situación que se vive en Durango en materia de sanidad mental.
Destacó que existen instituciones y colegios de ayuda psicológica, pero las personas no acuden porque consideran que no padecen problema alguno, no es sino hasta que las adicciones se encuentran ya muy avanzadas, que se considera la ayuda.
Alicia Gamboa, diputada local por el Partido Revolucionario Institucional, dijo que en necesario el trabajar en la familia. E hizo le llamado a los ciudadanos a estar atentos, porque en la mayoría de los casos el individuo no se da cuenta de lo que le sucede, pero personas cercanas pueden advertirle.
Recordó que el estrés y la ansiedad son dos temas al alza en Durango, y en México, las condiciones de vida han cambiado de manera sustancial.
Mencionó que ahora los pequeños utilizan los teléfonos celulares desde más temprana edad y cambian las conductas sociales de manera sustancial. Y es que los aparatos cambian importantemente el comportamiento de los niños.
Incluso, dijo que los adultos y padres han sido rebasados por la tecnología.
Finalmente, Francisco Rueda, presidente del Consejo de Empresarios Jóvenes, dijo que la productividad se ve mermada porque las personas no cumplen con el desempeño que su trabajo les exige.
Comentó que cualquier duelo que registre una persona, debe durar no más de un mes, fuera de ese tiempo se puede considerar como baja de productividad.
Saúl Iván Herrera, director del Instituto de Salud Mental, dijo que, en estos momentos, el 5 por ciento de la plantilla laboral de las empresas en el momento de las pláticas que se realizan en los negocios, reconocieron algún padecimiento emocional.