Nochistlán, Zacatecas, parece ser un infierno en cuanto a desapariciones, mismas que provocan un hueco en el corazón de las familias que sufren la ausencia de un ser querido.
Es el caso de la familia de Lesly Gabriela García Herrera de 22 años y su pareja Francisco Javier Preciado Robles de 32 años, quienes desaparecieron desde el pasado 17 de mayo en este municipio, tras la irrupción de un comando armado en el lugar donde cenaban.
Al día de hoy, ninguna persona o autoridad sabe algo de ellos.
Evangelina Herrera, madre de Lesly, narra que la pareja se encontraba en un puesto de tacos ordenando su cena cuando de una camioneta descendieron hombres armados y los abordaron. "Les comentan que les van a hacer unas preguntas, lo cual al momento pues pude saber por la gente, porque yo no estaba en ese lugar, que los hombres iban armados, eran cuatro y llegaron en una camioneta, y que les iban a hacer unas preguntas y que si resultan ser inocentes los regresan. Hasta el día de hoy no sabemos nada de ellos", señala.
La pareja se encontraba en el municipio zacatecano para visitar a la madre de Francisco, sin embargo ambos radicaban en la localidad de Teocaltiche, Jalisco. Las fiscalías de ambas entidades no han logrado ningún avance en las investigaciones en más de 7 meses de supuesta búsqueda.
"Ya que mi hija vivía en Teocaltiche, Jalisco, y ella trabajaba en Teocaltiche, se le pidió la colaboración para las búsquedas con huellas dactilares, y hasta el día de hoy la Fiscalía no me ha apoyado en la colaboración, ya que nomás me dicen que están en proceso y que están en proceso y es una respuesta de seis meses que no he tenido en mis manos", acusa Evangelina.
La Fiscalía de Jalisco abrió la carpeta de investigación 147/2019, no obstante hasta el momento no han emitido un mínimo avance al respecto. La madre de Lesly, quien pertenece a un colectivo de búsqueda de personas desaparecidas, emite un mensaje a las autoridades.
"Que me orienten para si está viva mi hija, recogerla, sacarla del peligro o si está en otras circunstancias, recogerla, darle un lugar digno y pues traerla conmigo porque es el último lugar que espero traerla a casa y con su madre", exigió.
La Navidad más amarga y triste de su vida, es como describió su sentir la señora Evangelina ante las vísperas navideñas, y el vacío en su corazón y su hogar quedará mientras las autoridades continúen sin comunicar información del paradero de sus familiares.