Dentro de las actividades que se pueden realizar en la ciudad de Guadalajara durante el Día de Muertos, una de las más atractivas es, sin duda, asistir a los recorridos nocturnos en el Panteón de Belén.
En el 648 de la calle Belén y a un costado del Hospital Civil de Guadalajara, se ubica el imponente cancel de color negro que resguarda este lugar lleno de historia, de leyendas y antiguas tumbas en las que descansan los restos de personajes célebres de esta ciudad y otros que tomaron relevancia con el paso del tiempo gracias a las leyendas que surgieron en torno a ellos.
El 2 de noviembre es una fecha en la que se celebra a la muerte y qué mejor forma de hacerlo que recorriendo cada rincón del cementerio más antiguo de la ciudad.
La larga fila de visitantes que esperaban ansiosos por ingresar, algunos de ellos con sus rostros pintados de catrines y catrinas, comenzó a avanzar hasta llegar al mausoleo principal, que en algún momento fue la capilla de los Jaliscienses Ilustres.
En ese punto el Coro Municipal de Guadalajara, amenizó el inicio del recorrido con piezas alusivas a la muerte mientras los guías daban una breve introducción a los asistentes, así como las debidas recomendaciones para garantizar una estancia segura al interior del panteón.
Poco a poco las cerca de 100 personas que ingresaron en el primer turno, comenzaron a caminar por los oscuros corredores, para escuchar las leyendas que giran en torno a este misterioso lugar.