La vida de cinco familias cambió el pasado 23 de junio en Zapopan, Jalisco. El futbolista Joao Maleck conducía un vehículo Mustang cuando impactó la parte trasera del auto en el que viajaba una pareja de recién casados. El percance resultó mortal: María Fernanda Peña y Alejandro Castro fallecieron.
El jugador del Santos Laguna manejaba ebrio y a exceso de velocidad. Lo acompañaba el también jugador de tercera división, José Eduardo Márquez García, quien era defensa en el Centro Europeo de Futbol (CEFUT) y Diseño. Sin embargo, ninguna de las agravantes se acreditó ante el juez Segundo de Control y Oralidad del Estado de Jalisco, Juan José Rodríguez Velarde.
La prueba de alcoholemia se hizo cinco horas después del accidente. Ante eso, el propio fiscal, Gerardo Octavio Solís, anunció un peritaje de retrospectiva. A la fecha se desconoce el resultado que arrojó.
A pesar de ello, Joao Maleck quedó preso, porque su defensa no pudo demostrar un lugar de residencia fijo. Tampoco solvencia para reparar el daño.
A seis meses del accidente, Joao Maleck ha estado presente en dos audiencias. En la que se realizó el 9 de agosto, lloró, pidió perdón a las víctimas y confesó que ya quería abandonar la cárcel. Lo cual no será posible pronto.