Durango, Dgo. Para los residentes de la colonia Jardines de Cancún, el transitar por calles lodosas y aterradas se ha convertido ya en una cotidianidad que comienza generar disgusto y molestias, aunado a esta situación, la contaminación de las ladrilleras solo empeora más el cuadro dantesco al que estos se enfrentan.
Otra de las tribulaciones que impera en el sitio, es el drenaje congestionado, ya que constantemente los mismos residentes tienen que desazolvar el alcantarillado para evitar inundaciones dentro de sus hogares.
Uno de los sectores que mayor afectación presenta, es el infantil, ya que estos, aparte de cruzar por el arroyo vial, tiene que inhalar las constantes humaredas que emanan de las ladrilleras que aún no han sido retiradas del sector.
No cabe duda que este tipo de situaciones requieren prontitud, ya que el daño no solamente se aprecia en el aire si no también en el suelo que los moradores tienen que transitar de manera obligada para cumplir con sus tareas cotidianas.