Para sobrevivir sus manos tejen y crean infinidad de artículos que por los mismos mexicanos pocas veces son valoradas, sin saber que en "cada artesanía regalan un pedacito de su cultura".
"La muñeca es muy laboriosa, igual el telar, todo cuesta mucho trabajo hasta ahorita la gente poco a poco está empezando a valorar eso porque le estamos diciendo que cuesta mucho", Carlos Ávila, artesano otomí.
Pulseras, diademas, alebrijes, muñequitas, gorras de Santa Claus, son elaborados por ellos se encuentran expuestos en el Centro Histórico desde la el pasado 13 de diciembre hasta el 22 de diciembre.
"Piensa que es fácil, si lo hiciera en maquina en un día te avientas 100, tenemos muñequitas desde 100 pesos hasta 600 pesos, hay personas que si valoran, porque reconocen la artesanía", dijo.
Con más de 17 años de experiencia Carlos, hoy más que nunca le es imposible abandonar el oficio que le permite ofrecer educación a sus hijos, un techo donde dormir y algo que comer a través de piezas auténticas.
"Los coreanos empezaron a sacar la muñeca, es otro material por ejemplo el listón lo cambian por plástico y usan otro tipo, luego luego se ve", concluyó.