La madrugada del 14 de mayo, un comando armado privó de la libertad a Francisco Javier Alba López, de 41 años de edad; a su hijo, Francisco “N”, de 17 años, y a Rafael Alba López, de 36, en una brecha que conduce al rancho La Soledad, en Encarnación de Díaz.
Las víctimas iban en una camioneta roja Ford F150 a una granja donde pasarían la noche, pues a muy temprana hora comenzarían a ordeñar. Francisco Javier hablaba por teléfono con su esposa, que vive en Estados Unidos, cuando fue interceptado por los sujetos. En su declaración, la mujer narró que escuchó balazos y gritos, después finalizó la llamada.
Tanto su esposo como su hijo son ciudadanos estadunidenses, por lo que el Consulado de Estados Unidos en Guadalajara ya tuvo conocimiento. Ambos tenían poco tiempo viviendo en Encarnación de Díaz.
“Tenemos la angustia que si están bien como quiera, pero si no están bien es el problema, nunca había pasado eso en nuestra familia, son mis familiares y somos muy tranquilos, casi todos somos personas adultas”, señaló un primo de las víctimas. La camioneta en la que viajaban las víctimas fue encontrada calcinada y con impactos de bala la mañana del jueves en un paraje.
De acuerdo con fuentes de la Fiscalía del estado, consultadas por Milenio Jalisco, los tres hombres no están vinculados a alguna organización criminal y se presume que fueron confundidos por delincuentes como miembros de algún grupo delictivo.
Encarnación de Díaz pasó de ser un pueblo tranquilo a ser un infierno. Este no es el primer hecho violento que se registra en el mes en el municipio. El pasado 8 de mayo, un comando irrumpió en una finca en la calle Privada 16 de Septiembre, en la colonia Niños Héroes, y asesinó a dos mujeres, otra resultó gravemente herida; antes de huir, los delincuentes le prendieron fuego a la vivienda.
Ese día, dos sujetos más fueron asesinados a balazos afuera de un restaurante en la carretera que va de Encarnación a Lagos. En la calle Hidalgo, en el centro del municipio, fue privado de su libertad un hombre el pasado 12 de mayo; hasta el cierre de esta edición se desconocía su paradero.
La iglesia católica ha sido informada de múltiples personas desaparecidas; se presume que son reclutadas para trabajar como sicarios. “Algunas personas nos comentaban que buscan a jóvenes para reclutamiento a fuerzas, a veces los detienen en el camino y los invitan a trabajar con ellos como sicarios exactamente”, dijo el párroco Diego Antonio.