Guadalajara.- El domicilio de la calle Pablo Neruda, en la colonia El Campesino, en Tlaquepaque, fue el escenario de una muerte que resultó desesperante para la familia porque ningún hospital quiso atender a Carlos Abraham Villanueva Hernádez, quien tenía 32 años y padecía síndrome de down.
Carlos Abraham, comenzó a tener dificultad para respirar y su saturación de oxígeno estaba por debajo de 80.
“Vamos al hospital civil al viejo fuimos a urgencias llegamos y totalmente lleno nos dijo la doctora sabes que no tengo lugares y tu hermano se te está muriendo llévatelo y dale oxígeno, no hay lugares. Y pues eso también nos trae un poco preocupados con mi mamá porque si se llegara a requerir no sabría si ahora sí”.
La familia buscó espacio en varios hospitales, hasta que no les quedó más opción que regresar a casa y conseguir oxígeno.
“Yo no conseguí comprar ningún tanque de oxígeno porque la gente está lucrando con la vida de las personas y están vendiéndolos exageradamente caros como si fueran oro yo gracias a Dios tengo amistades y conseguí”.
Cinco días después de la muerte de su hijo a causa del SARS-COV-2, Silvia resultó positiva a covid, además de tener 59 años, padece Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, lo que complica el panorama.
Ante el miedo de Silvia de acudir a un hospital y la frustración de Kevin por la posibilidad de no encontrar espacio en un nosocomio, la familia ha decidido que Silvia sea tratada en casa y reciba cuidados paliativos de la “Asociación Juntos Contra el Dolor”.
Sin embargo, Silvia aún no puede cantar victoria, aunque por el momento se encuentra estable, deberá luchar contra el virus por lo menos 10 días más.