Genaro García Luna aceptó su traslado a Nueva York para comparecer ante el juez por los delitos de conspiración para el narcotráfico y falseo de declaraciones ante la autoridad federal.
García Luna regresó hoy a un tribunal federal de Texas con el reclamo de la Fiscalía de Estados Unidos de que se le mantenga detenido sin fianza bajo el riesgo de fuga y que sea juzgado en Nueva York, a lo que el juez accedió, ya que el propio García Luna accedió a ser trasladado.
El juez David Horan le preguntó directamente a García Luna, quien vestía un mono naranja, si tenía alguna objeción en ir a Nueva York y el ex funcionario respondió en español y con ayuda de un traductor que no, incluso le dijo "muchas gracias", un traslado del que se desconoce por el momento la fecha exacta, pero que parece que será inminente.
En una audiencia de apenas 10 minutos, quien fuera el secretario de Seguridad Pública durante el sexenio de Felipe Calderón, tuvo un instante para mirar a su esposa e hijos y lanzarle un beso y un "te amo".
Esposado de pies y manos, apenas alzó los brazos para tocarse el corazón e intercambiar miradas con su familia que acudió a la audiencia en el piso 15 de la Corte Federal en Dallas.
El ex funcionario estuvo acompañado de su abogada Rose Romero, quien se negó a dar declaraciones.
Antes de la vista, la Fiscalía para el distrito Este de Nueva York, que reclamaba la jurisdicción del caso y que juzgó a Joaquín El Chapo Guzmán, justificó su reclamo en que varios altos ex miembros del cártel de Sinaloa entregaron información sobre los sobornos pagados al acusado.
Recordó que durante el juicio a Guzmán Loera, Jesús El Rey Zambada, uno de los exlíderes del cártel y hermano del su actual líder El Mayo Zambada, testificó sobre el multimillonario soborno que ambos pagaron al acusado para facilitar las operaciones del tráfico de droga de ese grupo a mediados de la década del 2000.
La Fiscalía federal recuerda además que documentos obtenidos del registro financiero de García Luna reflejaron que al radicarse en el 2012 en Estados Unidos, había amasado una fortuna de millones de dólares.
Aunque Estados Unidos y México tienen acuerdos de extradición, la Fiscalía asegura que sería "extremadamente difícil" arrestarlo en ese país si el cártel y esos ex funcionarios le protegen, y de ser arrestado, agrega la Fiscalía, tomaría mucho tiempo la extradición.