Puebla.- Herencia de la época virreinal, la Ex Hacienda de Chautla es una propiedad que por su belleza arquitectónica la ha convertido en uno de los atractivos turísticos más impresionantes del estado de Puebla, pero la historia de este lugar también es digna de admiración.
En el siglo XVIII el rey Carlos III otorgó a Manuel Rodríguez de Pinillos y López Montero el título nobiliario de marquesado de Selva Nevada, que lo convirtió en la primera persona en ser nombrado con ese título, y le entregó un terreno extenso que abarcaba los estados de Puebla y Tlaxcala, donde se construiría la hacienda de San Antonio Chautla en el año de 1777 en lo que fue el antiguo distrito de Huejotzingo, sin embargo, actualmente forma parte de la delimitación territorial de San Martín Texmelucan.
En el año de 1777 la hacienda comenzó a operar con la producción de frijol y trigo, la cual generó abundancia económica hasta que durante la Independencia la producción disminuyó a la mitad debido al conflicto político. Asimismo, durante las intervenciones extranjeras de Francia y Estados Unidos, la hacienda pasó tiempos difíciles en cuanto a la producción de sus cosechas.
Posteriormente, la hacienda fue heredada a Josefa Zavala y Gutiérrez, quien fue la cuarta y última marquesa de Sierra Nevada y contrajo matrimonio con Tomás Gillow, un joyero inglés que al hacerse cargo las actividades agrícolas y empresariales de la finca fundó la primera sociedad agrícola en México en el año de 1860.
Gillow padre fue conocido por implementar novedades tecnológicas en las técnicas de producción como la pala de hierro, la cual adquirió en la ciudad de Birmingham, y a quien se le atribuye haber introducido esta herramienta al uso del campo mexicano.
Eulogio Gillow, pionero del uso de tecnología en el campo
Producto del matrimonio, el 11 de marzo de 1841 nació Eulogio Gregorio Gillow y Zavalza en la ciudad de Puebla. Su educación se formó en Europa, principalmente en Inglaterra donde estudió en el colegio Stonyhurst de base jesuita.
Después, pasó por el colegio Alost en Bélgica, también jesuita, donde estudió Humanidades; años más tarde después de una audiencia con el papa Pío IX, quien lo invitó a ingresar a la Academia Eclesiástica de Nobles y concluir sus estudios en la Universidad Gregoriana. Posteriormente en México se convertiría en arzobispo de Oaxaca.
En el año de 1877 tras la muerte de su padre, Eulogio Gillow se hizo cargo de la hacienda, estudió las técnicas de cultivo y continúo con la aplicación de tecnología en la explotación de la tierra, lo que trajo consigo mejoras a la producción gracias a la implementación de máquinas e instrumentos para sembrar que ahorraban tiempo y esfuerzo a los trabajadores.
Durante su gestión a cargo de la hacienda, Gillow realizó un proyecto hidráulico en 1894, el cual se nutría de las aguas del río Atoyac. Esta obra también incluyó la modificación en la arquitectura del casco de la finca, donde se edificó un pequeño castillo de arquitectura inglesa, conocido hoy como el “Castillo de Gillow”, con un lago artificial en frente.
Fue hasta los tiempos de la revolución mexicana cuando la hacienda pasó sus peores tiempos, pues en 1914 fue los revolucionarios tomaron posesión del edificio y de las tierras, obligando a Eulogio a exiliarse hasta el año de 1922 cuando pudo recuperar el patrimonio de su familia gracias a un decreto del presidente Álvaro Obregón.
Actualmente, la ex hacienda de Chautla solo tiene 60 hectáreas del terreno original y es uno de los atractivos turísticos del estado de Puebla.