Las lluvias que han comenzado a darse en algunos municipios del norte de Durango no serán suficientes para atenuar la muerte y desolación que ha dejado la prolongada sequía, donde el retraso de los apoyos gubernamentales aplazan la posibilidad de una recuperación de la ganadería y agricultura, principales actividades económicas del estado.
El subsecretario estatal de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Ulises Camberos Gutiérrez, sostuvo que este problema se agudiza, debido a que el gobierno federal no ha respondido a la solicitud de recursos que se le hizo patente al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en su reciente visita a Guadalupe Victoria.
Mencionó que resultado de ese planteamiento se envió en agosto al secretario federal de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos, quien de entrada ordenó que se dispusiera del Fondo de Concurrencia un monto de 35 millones de pesos. Sin embargo, no consideró que eso era imposible, debido a que dichos fondos están etiquetados y usarlos sería el equivalente a desviar recursos federales y es un delito grave.
El funcionario manifestó que esta postura del secretario si bien fue bien intencionada, no estuvo bien sustentada, además que el requerimiento para atenuar la sequía con suplemento alimenticio para el ganado en los agostaderos y dotar de semilla de avena a los agricultores de temporal es por 70 millones de pesos para toda la entidad.
Los municipios más afectados por la sequía son San Pedro del Gallo, San Luis del Cordero, Nazas, Mapimí y Tlahualilo, a cuyos productores el gobierno del estado les ha ayudado con semilla de avena para establecer cultivo de invierno, así como también maíz quebrado como suplemento alimenticio para el ganado que se encuentra en los agostaderos; sin embargo, se admite que el apoyo es insuficiente y no alcanza. Refirió que esta sequía, que se ha prolongado por más de dos años, es similar a la que se registró en 2011 y 2012, cuando hubo una fuerte despoblación de ganado.
En Tlahualilo este fenómeno de falta de lluvias ha sido devastador debido a que 70 por ciento de la económica depende de la agricultura de temporal y ganadería.
Los primeros afectados son los animales más viejos, que por su mermada condición son más sensibles a la falta de agua en los jagüeyes, así como a la escasez en pastizales.
El subsecretario del ramo manifestó que a la fecha no existe una cifra oficial del número de vacas muertas a causa de la sequía, pues muchos aseguran que son más de 300, mientras que otros dan otro dato de 150 cabezas, mas otros dicen que van sumando 15 bajas diarias.
“Sin embargo, las gestiones las ha hecho el gobernador solicitando de manera extraordinaria recursos al gobierno federal para atender esta contingencia, ahí vino el secretario (Víctor) Villalobos de Agricultura y a la fecha la respuesta no ha llegado”.