Las muertes causadas por la contaminación del agua en la Ribera de Chapala y la Zona Metropolitana de Guadalajara se sintetizan en el simbolismo de tres ataúdes color blanco con cinco botellas de vidrio que contienen agua del río Lerma-Santiago, de la laguna de Cajititlán y del lago de Chapala, ubicados en los municipios de Juanacatlán, Mezcala, Cajititlán y Atotonilquillo.
Con esta escenificación fue que activistas ambientales exigieron a la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) un informe sobre los avances en el saniamiento de estos ríos y lagunas, en un plantón a las afueras de sus instalaciones. Según estudios hechos por académicos y organizaciones internacionales, esta agua presenta contaminantes como metales pesados, plaguicidas y fertilizantes.
Cada cartulina colocada sobre el piso mostraba datos y casos de los pobladores que han enfermado de insuficiencia renal, leucemia u otros tipos de cáncer, pero en esta ocasión, la protesta también buscó visibilizar la contaminación del agua que abastece a 140 colonias de Guadalajara. Es un problema que se veía venir, señaló el activista Enrique Lira Coronado.
"Se siguen muriendo los pueblos y este problema que era de Poncitlán, y bien lo decía la Universidad de Guadalajara en 2017, que si no se atendía iba a llegar el problema a Guadalajara, ya hemos tenido problemas la semana pasada en 140 colonias de Guadalajara, que sale el agua como color chocolate, color café y no es nada más el color, trae coliformes fecales, metales pesados y sólidos disueltos", indicó.
Según un estudio impulsado por los residentes de las colonias Miraflores, Colinas de la Normal y Jardines Alcalde, y realizado por laboratorios EMA, el agua que reciben todos los días en sus hogares con coloración café o verdosa y partículas presenta platino, cobalto y coliformes fecales.
"El agua está saliendo con heces fecales, que venga y nos diga [el gobernador, Enrique Alfaro] que es por la tubería, se está burlando de nosotros los jaliscienses", increpó Roberto Guijarro, integrante del colectivo ProJalisco.
El pasado 19 de agosto, Enrique Alfaro admitió que el agua del 7% de las mil 800 colonias que cubre el Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) presentaba sólidos y sedimentos, asegurando que se trataban de partículas desprendidas de las tuberías debido a su antigüedad, pero afirmó que su uso no representaba un riesgo para la salud de los ciudadanos.
Enrique Lira señaló que el Gobernador y las autoridades están poniendo en peligro a los habitantes de la ciudad. "No es justo que los gobernantes que [se] les obliga a cumplir los derechos humanos en el artículo primero no hagan caso y nos metan en grave riesgo a todos los pobladores. Yo invito a todos los pobladores en sus colonias que hagan comités, y de buena manera, en armonía pero exigiendo nos plantemos en Palacio de Gobierno", exhortó.
CGE