Puebla. El gobernador Miguel Barbosa Huerta eximió de su posible culpabilidad a quienes se encargaron de retirar, en 2008, mil 600 lajas tipo "Santo Tomás" y "Chachapa" que eran parte del suelo del Zócalo de Puebla y que con el paso del tiempo fueron desapareciendo al ser vendidas en 35 pesos la pieza, pues consideró que son hechos prescritos.
En conferencia de prensa, el mandatario rechazó ejercer algún tipo de acción jurídica contra el exalcalde de Puebla, Enrique Doger Guerrero; el exdirector de Obras de la Secretaría de Administración Urbana, Obra Pública y Ecología del Ayuntamiento de Puebla, Gerardo Sordo Sáinz; y hasta el entonces supervisor del INAH en el estado y hoy secretario de Cultura estatal, Sergio Vergara Berdejo, quien certificó que las piezas fueran retiradas y enviadas a otro sitio.
Pese a ello, el morenista se pronunció en favor de encaminar una investigación a fin de conocer cuál fue el destino de las piezas históricas, ya que aunque se ventiló que fueron enviadas al Parque La Maquinaria, en la Unidad Habitacional de La Margarita, ese sitio no existe más y se trasladó a un predio en La Guadalupana.
Confirmó que en ese sitio "existen muy pocas lajas y efectivamente las han estado vendiendo a 35 pesos, yo creo que hay alcaldes que ni se enteraron de eso".
Barbosa abundó que será imposible responsabilizar a expresidentes municipales por estas acciones porque son hechos prescritos o ni siquiera estaban enterados, no obstante, envió un oficio a la delegación en Puebla del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para que inicie con la investigación correspondiente.
INFORMACIÓN: CARLOS MORALES, MILENIO PUEBLA