MONTERREY.- El Covid-19 logró lo que huracanes no habían conseguido, ni siquiera alarmas encendidas por la violencia. Hoy la Explanada está vacía.
No hay templete con grupos musicales, tampoco niños agitando emocionados la hermosa bandera tricolor. No hay automovilistas tocando el claxon mientras los comerciantes pintan tres colores en las mejillas de hombres y mujeres, con esa pasta que parece durar hasta Halloween.
No hay vendedores de elotes, tostadas, o pistolas de burbujas. No hay luces multicolor iluminando el Palacio de Gobierno, ni tampoco una cuenta regresiva en espera de las campanadas.
No hay nada. Absolutamente nada. Solo silencio. Es tan irreal que en verdad parece un sueño.
Aquí debería haber 65 mil personas gritando "Viva México", pero en su lugar sólo hay oscuridad y penumbra.
Es el día en que el Covid, ahogó el Grito de Independencia.
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