Desde hace una semana, José dejó de asistir a la escuela Ricardo Flores Magón en la colonia Carolinas de Torreón, donde cursaba el segundo grado de primaria, debido a que lo dieron de baja porque su madre denunció el bullying de que era víctima.
Noemí Jiménez, mamá del pequeño, señaló que desde septiembre pasado su hijo es agredido por seis compañeros de clase que le han escupido, golpeado y dañado sus lentes, situación que denunció en el plantel sin que tomaran cartas en el asunto.
El niño de tan solo siete años refiere que rechazaba ir a la escuela por las agresiones que sufría, pues incluso tenía que comprarles dulces a los compañeros para que no lo golpearan.
Fue hasta el pasado mes de abril que la madre de familia fue a exigir la atención de los directivos del plantel, pues su hijo ya pensaba en el suicidio.
El caso fue presentado a la Secretaría de Educación y tras una reunión acordaron el cambio de plantel en el nuevo ciclo escolar, sin embargo, al acudir a clases el viernes 13 le notificaron la baja sin la asignación de una nueva institución.
Noemí denuncia la revictimización de su hijo, ya que incluso fue sacado del salón de clases.
Al momento en que la mujer reclamó al director su falta de capacidad para atender y solucionar el problema de acoso escolar, este señaló que la baja fue parte de un acuerdo con la SEP, pues sólo se buscaba evitar una tragedia al interior de la institución.