La industria de uniformes escolares no la está pasando nada bien, lo que podría haber sido una buena temporada para ellos ante el regreso a clases, sólo quedo en expectativas que no se pudieron concretar debido a que el ciclo escolar será virtual.
De esta manera, la urgencia de generar ingresos para alimentar a familias los ha llevado a diversificarse y no tirar la toalla tras 20 años de trabajo y esfuerzo.
La alternativa para seguir funcionando fue aliarse con sus hijos y tomar maquilas de otros artículos.
De mil a 1 mil 300 paquetes de uniformes eran los que vendía por escuela, la empresa de Braulio es pequeña, de ahí dependen 6 familias, y cuando requieren hacer grandes pedidos, dan trabajo a otras personas para maquilar.
En este tipo de trabajos provisionales, la jornada laboral se multiplica, y las ganancias son pocas, agregó que las horas a invertir son muchas y respecto a las ganancias apenas y llegan a los 200 pesos por día.