MONTERREY.- Las conexiones sociales y las interacciones entre personas son positivas y contribuyen al bienestar de la población, principalmente de los adultos mayores, y la falta de estos factores se ha convertido en un problema de salud pública a nivel mundial, así lo expresó la maestra en antropología social Leticia Huerta.
La soledad y el aislamiento provocan que algunas enfermedades, como el alzheimer, se aceleren, o incluso aparezcan, por lo que la Organización mundial de la salud ya se refiere a esta situación como la nueva epidemia.
Y es que la soledad no está relacionada con la cantidad de gente que nos rodea, sino con el sentido de pertenencia hacia instituciones o grupos de la sociedad y la percepción que teníamos sobre ellos, lo cual ha disminuido, sobre todo en los últimos años.
Ante esto, algunos países de alto desarrollo, como Japón, ya han destinado esfuerzos para que su población de la tercera edad no resienta la ausencia de conexiones sociales y evitar con esto que se refleje en afectaciones a su sistema de salud, o incluso, afectaciones en su economía.
Y aunque en México, el tema de la salud pública aún no se ve rebasado por la soledad y el aislamiento, es cuestión de tiempo para que la problemática nos alcance.
Para estar mejor preparados, la maestra Leticia Huerta recomienda eliminar tabúes sobre la vejez, además de otorgar espacios para que las personas continúen con su desarrollo, y tengan una vida digna durante la tercera edad.
mvls