Durango. No es sino gracias a sus hijos y a una silla de ruedas que don Luis Rosales continúa recorriendo las calles de la colonia Benito Juárez, a pesar de que estas no cuentan con rampas de discapacidad.
Sus aliadas han sido las chocheras, ya que es gracias a estas, que el señor Rosales puede ascender y descender sobre el arroyo vehicular cuando así lo desea, aunque esto signifique exponer su integridad a un atropello o colisión
Debido a que gran parte de la ciudad no está diseñada para que un paralitico la recorra bajo sus propios medios, don Luis a ha decidido permanecer en su hogar por miedo a sufrir algún accidente o continuar desgastando su móvil con los baches y protuberancias que imperan en la mancha urbana
Debido a su condición y edad, el señor Luis Rosales ya no puede efectuar largo trayectos por si mismo por lo que la petición de ayuda que este solicita a las autoridades va encaminada a la construcción consciente de accesos que permitan a sus similares transitar libremente por las banquetas, ya que actualmente, la mayoría de las rampas de la entidad presentan una inclinación bastante difícil de subir.