La desesperación por encontrar a sus madres, padres, hijas, hijos, hermanas, hermanos, tías, tíos sobrinas o sobrinos ha llevado a estas mujeres y hombres a exigir al presidente municipal de El Salto, Ricardo Santillán, que refuerce la seguridad en el municipio y se investiguen las desapariciones cuyo modus operandi se repite en todos los casos.
Según los testimonios, en El Salto las personas desaparecidas son sustraídas de sus propios domicilios por grupos de hombres armados, casi siempre durante la madrugada.
"A las 6:30 de la mañana, nomás llegaron, abrieron la puerta y lo sacaron sin ningún motivo ni nada", narra un joven que vio cómo se llevaron a su padre, Aarón Cuauhtémoc Vélez Lomelí, el pasado 16 de marzo en el fraccionamiento Las Lilas.
El colectivo Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos Jalisco (FUNDEJ) señaló que son 200 las personas que han sido sustraídas de sus domicilios de esta manera o levantadas con lujo de violencia en las calles de El Salto.
Los familiares relataron que la Fiscalía del Estado y el ayuntamiento de El Salto han sido omisos ante las desapariciones en el municipio. Todos ellos gritaron durante más de una hora, exigiendo la presencia de Ricardo Santillán en el lugar.
El alcalde nunca se presentó, pero sí lo hizo un representante del ayuntamiento que los citó a una reunión este jueves en Casa de la Cultura. Los familiares exigen que si la policía no puede brindar seguridad al municipio, intervenga la Guardia Nacional.
CGE