TAMAULIPAS.- La familia de Luciano Leal Garza, un niño de 14 años que fue secuestrado el 8 de julio del 2020, realizó un homenaje para recordarlo, en el mismo sitio donde fue plagiado en el fraccionamiento Las Puentes, en San Fernando, Tamaulipas.
A un año de su secuestro y asesinato, sus padres, Anabel y Luciano, exigen a las autoridades justicia y que no dejen de lado las investigaciones para lograr capturar a todos los culpables.
Aunque su familia pagó dos rescates, el niño nunca regresó a casa. Una brigada formada por la familia y amigos, encontraron su cuerpo semienterrado en un predio baldío, poco más de tres meses después del plagio.
Por estos hechos, hay dos personas detenidas, José Guadalupe, El Camarón, líder delincuencial de San Fernando, señalado como el responsable del secuestro del menor y Erik Gamaliel, aunque hay giradas tres órdenes de aprehensión que no se han cumplimentado.
“La persona que está detenida ha declarado que la vida de mi hijo fue terminada porque no querían ser expuestos; mi hijo reconoció a sus captores, mi hijo reconoció a sus verdugos”, comentó la madre de Luciano.
Ella pide a las autoridades que le permitan hablar con ellos para hacerles dos preguntas, “¿por qué lo hicieron y quiénes más están involucrados?”.
Señala que luego de estas dos detenciones, ya no hay más avances, las audiencias para procesarlos han sido retrasadas cada vez a causa de los cambios que se han realizado en la dependencia impartidora de justicia, desde la agente del Ministerio Público, Alma Cecilia Ordoñez, quien llevaba la carpeta del caso, hasta los agentes y el titular de Antisecuestros en Tamaulipas, por lo que no han tenido nuevas noticias.
“No hemos tenido grandes resultados, todo lo que tuvimos fue por nuestra propia mano, tuvimos que salir nosotros como familias a hacer nuestras propias investigaciones, exigiendo que se cumpliera la justicia”.
Aunque luego de estos hechos, no han recibido amenazas, Anabel señala que tiene temor por su vida y la de su familia, pero dijo, continuará alzando la voz para exigir justicia para su hijo Luciano.
“No podemos continuar en el silencio, ¿por qué?, ¿por temor?, el temor ya lo vivimos, ya es parte nuestra, tenemos que sacar valor por nuestros hijos, nuestras siguientes generaciones, hay que hacer algo y es urgente”.
Acompañada de sus hijas y su esposo Luciano, quien en 2012 también fue secuestrado, denunció anomalías en el caso de su hijo, pues, aunque se tenían los nombres de las otras tres personas involucradas en ese delito, no se difundieron los nombres y rostros, para que la ciudadanía ayudara a reconocerlos.
“No quieren trabajar, algo hay detrás, no nos queda la menor duda, siempre lo hemos especulado, ha habido muchas dudas, pero no quitaremos el pie del renglón hasta dar con lo que realmente sucedió”.
Pese a todo el peligro que aún existe al continuar investigando, por su parte, lo sucedido con su hijo, aseguran que no dejarán San Fernando, “no somos delincuentes para salir huyendo, nosotros somos gente de paz, de trabajo; no hicimos nada ni debemos nada a nadie, como para salir huyendo”, comentó Luciano Garza.
Al recordar a su hijo Luciano, lo hace con ternura y anhelo, “quería ser ginecólogo, él era un buen niño, él era inocente, era bueno, no tenía malicia de nada, yo estaba seguro de que habíamos criado una buena persona, que no nos iba a defraudar el día de mañana”.
Para honrar su memoria, además de un servicio religioso en el templo al que habitualmente acuden, lo recordaron con música de un mariachi que cantó alabanzas, en el parque lineal donde la tarde del 8 de julio del año pasado, fue llevado con engaños, para nunca regresar a su hogar.
mvls