Algunos familiares de las víctimas del ataque al bar Caballo Blanco presentaron una denuncia ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos en contra de la Fiscalía General de Veracruz y municipal.
Alan Dominguez Muñoz, quien dijo ser defensor independiente de Derechos Humanos, indicó que buscan la reparación del daño e indemnización a los deudos. Aseguró que hasta el momento ya se le han acercado familiares de más de 10 víctimas.
Este sábado, iniciaron el proceso para que el ataque sea catalogado como una violación grave a los derechos humanos, y haya responsabilidad contra el gobierno.
Domínguez Muñoz aseguró que hubo múltiples omisiones de parte de las autoridades desde el Ministerio Público, Fiscalía, Protección civil municipal, luego de que una becaria filtró las imágenes del interior del bar, donde se ven los cuerpos de los clientes y trabajadores muertos.
Alertó que en la entidad veracruzana se viven momentos críticos en lo que hace a los derechos humanos donde hay "violencia de género, trata de personas, ataque contra periodistas y defensores de los derechos humanos".
Por ello decidió apoyar a las víctimas e iniciar un proceso legal por “violaciones graves a los derechos humanos, donde buscaremos que sea reparada y garantizada su seguridad, buscaremos reunión con el ombudsman y el Presidente de la república para garantizar que se haga justicia".
En la conferencia de prensa los familiares de las víctimas estuvieron de espaldas, porque presuntamente han sido amenazados.
Entre ellas estaba Verónica Ronzón, madre de Agustín Javier Ronzón González, presunta víctima de desaparición forzada quien en video difundido aparece degollado junto con otro hombre más.
Veronica reclamó que hayan difundido la información de que su hijo era dueño del bar Caballo Blanco. Insistió en que su hijo fue detenido por personas a bordo de una patrulla policíaca. La mujer explicó que Agustín Javier había sido secuestrado hace siete años y por eso fue a vivir al puerto de Veracruz, regresó a Coatzacoalcos por una fiesta y para operarse.
Cuando lo plagiaron el pasado fin de semana, por teléfono una persona desconocida le pidió dinero, 300 mil pesos para dejarlo libre, pero antes de pagar le mandaron las imágenes donde lo degollan.