Múzquiz. Desde el 23 de octubre del 2020, la organización civil Familia Pasta de Conchos, informó a Manuel Bartlett, director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que la mina de arrastre en la que ahora se encuentran atrapados 7 mineros, no contaba con las condiciones de seguridad necesarias para continuar laborando.
Este día en un Twitter, la representante de la organización Cristina Auerbach, señaló como directamente responsable al funcionario federal.
El comunicado emitido por el organismo y entregado directamente Bartlett, y en él se manifiestan las irregularidades y se acompaña de fotografías que muestran a la mina ahora colapsada, además de documentar a través de ellas las precarias condiciones en que los mineros acudían a laborar, y que la mina en cuestión, había firmado contrato con la propia CFE.
Se subraya que en el lugar no había agua potable para los trabajadores, estaban en tenis sin equipo de seguridad, no había consola para medir el gas, ni botiquín, extinguidores, ventilación, autorescatadores y los trabajadores no sabían si estaban registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social.
Se añade que dicha situación se repite a lo largo de la Región Carbonífera y se debe a que “se ha permitido durante décadas que los empresarios operen sin cumplir las leyes, incluso sin tener minas o coyoteando carbón de minas clandestinas”, indican.
Los firmantes consideraban que la experiencia y colaboración de la Organización Familia Pasta de Conchos (OFPC) serían fundamentales para que las empresas extractivas se ajustaran a las leyes que están obligadas a cumplir, y por ese motivo solicitaban y exponían como “fundamental”, celebrar una reunión con Bartlett.
“Tenemos una agenda en común: el rescate en Pasta de Conchos y la valoración de las empresas y Centros de Trabajo que le están entregando o le entregarán carbón. Por lo que solicitamos amablemente que nos reciba para poder coadyuvar en las tareas que derivan de ambas responsabilidades”, se lee en el comunicado.
Rescatan primer cuerpo sin vida de minero en Múzquiz
A menos de 20 horas de que se registró la inundación en la mina “Miracaram” en el municipio de Múzquiz, comenzaron a salir lamentables respuestas de los mineros atrapados a más de 60 metros de profundidad en un tiro de 30 metros de ángulo.
A las siete de la mañana, la sustracción de agua, permitió que los rescatistas ubicaran a tres cuerpos de los siete mineros que se encontraban en el lugar y que cuyos familiares tenían la esperanza de que siguieran con vida.
A las nueve de la mañana con 35 minutos, el cuerpo de uno de ellos emergió del fondo de la mina.
“Que avancen y que ya no lo hagan más largo, quiero que saquen a mi hijo, las esperanzas se pierden, por favor apóyenos”.
Fueron palabras de la madre de familia de uno de los mineros atrapados en este sitio, apenas ayer por la noche, quien sí dirigió al gobernador de Coahuila Miguel Ángel Riquelme Solís, quien acudió a esta zona.
Esta mañana, persona acreditado de una brigada especial del equipo de respuesta inmediata a emergencia o rescate del Ejército Mexicano, recibió el cuerpo del primero minero en manos de sus compañeros.
El Fiscal General del estado, Gerardo Márquez Guevara, fue quien acudió con loa familiares y externo: “esperamos que estuvieran por ahí en algún recoveco, sin embargo, hemos hecho ya el primer hallazgo, de una persona que eventualmente es reconocida por sus compañeros de trabajo. En particular por el encargado de la mina. Este reconocimiento no es todavía legal hasta que no se cumplan las directrices, las normas que se establecen”.
Ante ello, el primero de los cuerpos fue entregado a personal de la Fiscalía General del estado y enviado el Servicio Médico Forense para llevar acabo la necropsia de ley.
Cabe señalar, que, desde la mañana en el Campamento de operaciones para el rescate, se ubican el gobernador de Coahuila Miguel Ángel Riquelme Solís y la secretaria del trabajo Luisa María Alcalde Lujan.