Al ritmo de la tambora, con juegos pirotécnicos se celebró un año más a la Virgen de Santa Rosa de Lima, patrona de la comunidad a la que un grupo delictivo la puso en la mira.
Desde hace dos años la celebración no ha sido como era costumbre, el año pasado los operativos para dar con los integrantes del grupo delictivo impidieron el festejo y este año la pandemia ha provocado que menos gente vaya a la fiesta del pueblo.
Es la 1:00 de la tarde y los pobladores de la comunidad de Santa Rosa de Lima se colocan a las afuera del templo, para venerar a su patrona, con la canción de Santa Rosa de Lima, niños, jóvenes y adultos escuchan atentos la ceremonia religiosa, la única con la que pueden festejar, con estrictos protocolos de sanidad.
Sin la posibilidad de colocar puestos de vendimia, juegos mecánicos, o música sobre la calle principal de la plaza, a los pobladores sólo les queda estar sobre la calle, escuchando la misa.
“Ahí están las bocinas mire, que no nos dejan sacar afuera, los negros que andan por ahí no nos dejan”, dijo Doña Mary, quien comentó que aún que no dejen celebrar, el festín continúa siendo preparado en las casas, “el mole con guajolote, la barbacoa”.
La banda sonora espera a las afueras para tocar algo de música, pero únicamente lo pueden hacer dentro de la iglesia; los juegos pirotécnicos están presentes cada cierto tiempo y los vendedores ambulantes no se dejan esperar.
Alrededor de la plaza fuerzas policiales vigilan el lugar, impidiendo que los ciudadanos realicen las tradiciones que año tras años se llevan a cabo en dicho lugar.
Entre las tradiciones que quedaron atrás, está el famoso palo encebado, la selección de la reina de la comunidad, entre otros.
Una sola tradición permaneció en la festividad, la famosa “Burra Borracha”, la cual consiste en que una burra, lleve un carrito con barriles de licor, misma bebida que se va otorgando a los presentes, además la burra va en compañía de una banda sonora y varios personajes del ya popular torito.
Sin gran paso para llegar a la plaza principal, aun así, buscaron la forma de llevar la alegría a través de la tradición a las afueras del templo.
Es un año más en la comunidad que la fiesta a la patrona de la misma no se puede llevar a cabo, pues desde que se realiza la fiesta en dicha localidad hace más de 100 años, en dos ocasiones se ha visto truncada.
A decir de los habitantes de este lugar extrañan los festejos que duraban más de una semana y esperan que el próximo año la fiesta se pueda realizar como se debe.