CIUDAD DE MÉXICO.- La Fiscalía General de la República (FGR) entregó a Estados Unidos a Sacramento de Jesús Iribe Flores, quien por 15 años huyó de la justicia estadounidense.
El hombre es requerido por la Corte Federal para el Distrito de Arizona para ser sentenciado tras haberse declarado culpable por un delito de contra la salud y escapar posteriormente.
En julio del 2019, agentes de la Policía Federal Ministerial lo detuvieron en Culiacán, Sinaloa, con base a una orden de detención provisional con fines de extradición.
De acuerdo con el expediente, Sacramento de Jesús Iribe Flores fue arrestado el 11 de marzo de 2004, cuando los norteamericanos localizaron 17 kilos de cocaína y 4.54 kilos de metanfetamina escondidos en el piso de su vehículo deportivo cuando cruzó la frontera.
El indiciado tenía que ser sentenciado en octubre por posesión de metanfetamina y cocaína con la intención de distribuirlas, así como de la importación de ambas sustancias, pero cuatro meses antes, el sospechoso cambió su tarjeta de identificación por la de otra persona y entró caminando por la frontera hacia México.
Tras su detención quedó a disposición del juez de control adscrito al Centro de Justicia Penal Federal con sede en el reclusorio Sur.
El requerido fue entregado a los agentes norteamericanos en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
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CIUDAD DE MÉXICO.- La Fiscalía General de la República (FGR) entregó a Estados Unidos a Sacramento de Jesús Iribe Flores, quien por 15 años huyó de la justicia estadounidense.
El hombre es requerido por la Corte Federal para el Distrito de Arizona para ser sentenciado tras haberse declarado culpable por un delito de contra la salud y escapar posteriormente.
En julio del 2019, agentes de la Policía Federal Ministerial lo detuvieron en Culiacán, Sinaloa, con base a una orden de detención provisional con fines de extradición.
De acuerdo con el expediente, Sacramento de Jesús Iribe Flores fue arrestado el 11 de marzo de 2004, cuando los norteamericanos localizaron 17 kilos de cocaína y 4.54 kilos de metanfetamina escondidos en el piso de su vehículo deportivo cuando cruzó la frontera.
El indiciado tenía que ser sentenciado en octubre por posesión de metanfetamina y cocaína con la intención de distribuirlas, así como de la importación de ambas sustancias, pero cuatro meses antes, el sospechoso cambió su tarjeta de identificación por la de otra persona y entró caminando por la frontera hacia México.
Tras su detención quedó a disposición del juez de control adscrito al Centro de Justicia Penal Federal con sede en el reclusorio Sur.
El requerido fue entregado a los agentes norteamericanos en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
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