El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo sus proyecciones de crecimiento económico para México en 2019, de 3 a 2.7 por ciento, mientras que para 2018 las mantuvo sin cambio, en 2.3 por ciento, con respecto a las previsiones hechas en abril pasado.
De acuerdo con la actualización del documento Perspectivas de las Economía Mundial, estas proyecciones son más moderadas, debido a las tensiones comerciales y la prolongada incertidumbre en torno a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la agenda política del nuevo gobierno.
Para la economía mundial las previsiones de crecimiento de mantienen en 3.9 por ciento, tanto para 2018, como para 2019, pero el FMI señaló que la expansión es cada vez menos uniforme y los riesgos han aumentado.
Destalló que en Estados Unidos el impulso a corto plazo se está fortaleciendo y el dólar se ha apreciado alrededor de 5 por ciento en las últimas semanas, pero las proyecciones de crecimiento se han revisado a la baja en la Zona del Euro, Japón y Reino Unido.
De igual forma, en las economías emergentes y en desarrollo las perspectivas de crecimiento se están volviendo más desiguales, en medio del aumento de los precios del petróleo, mayores rendimientos en Estados Unidos, la escalada de las tensiones comerciales y las presiones del mercado sobre las monedas de algunas economías con fundamentos más débiles.
Es así que los riesgos han aumentado, ya que los aranceles anunciados y anticipados recientemente por parte de Estados Unidos y las medidas de respuesta por parte de sus socios comerciales han elevado la probabilidad de tensiones y conflictos comerciales, lo que podría hacer fracasar la recuperación y reducir las perspectivas de crecimiento a mediano plazo, tanto por su impacto directo en la asignación de recursos y la productividad, como por aumentar la incertidumbre y afectar la inversión.
A esto su suman preocupaciones geopolíticas y la creciente incertidumbre política, así como la posibilidad de un aumento más acelerado en las tasas de interés en Estados Unidos, que podría llevar a condiciones financieras más restrictivas.
Es este contexto, el FMI recomienda evitar medidas proteccionistas y encontrar una solución cooperativa que promueva el crecimiento continuo del comercio de bienes y servicios, pues sigue siendo esencial para preservar la expansión global.
Asimismo, considera que las políticas y reformas deberían tener como objetivo sostener la actividad, elevar el crecimiento a mediano plazo y mejorar su inclusión, aunado a que muchos países necesitan crear un espacio de políticas para fortalecer la resiliencia financiera en un entorno de volatilidad del mercado posiblemente mayor.