Debido a que no se ven señales de cambio en la política económica de Venezuela, el Fondo Monetario Internacional (FMI) no pronostica una modificación en las expectativas de crecimiento económico y sobre la situación actual que vive el país.
“Seguimos considerando que la economía venezolana en 2019 exhibirá muy probablemente tasas de contracción de dos dígitos, que se mantendrá y se acelerará el proceso inflacionario que estamos viendo y, por ende, la crisis humanitaria y el problema migratorio hacia el resto de América Latina tendría que continuar y, muy probablemente, intensificarse”, señaló el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner.
En videoconferencia para presentar las Perspectivas Económicas para las Américas, el FMI decidió no revisar los pronósticos macroeconómicos de Venezuela, debido a la incertidumbre de los últimos años que genera la falta de información y diálogo.
Pero, reiteró Werner, “no hay nada que nos haga pensar que la situación va a ser diferente; en ese sentido, la aceleración de la hiperinflación de una tasa que en 2018 estuvo cercana a 2 millones por ciento a una tasa que, si bien recuerdo, en 2019 iba a estar en 10 millones por ciento, seguimos pensando, con la información que tenemos actualmente, sería un escenario inflacionario si no hay cambios de política”.
Con respecto a la economía, detalló que si en 2018 se contrajo 18 por ciento, tampoco se ve nada que permita predecir que la contracción económica va a ser significativamente menor en 2019, por lo que se anticipa de dos dígitos.
“Con esto, la contracción acumulada de la economía venezolana desde 2013 será mayor a 50 por ciento. La economía venezolana hoy es menos de la mitad de lo que era en 2013 y esas son las razones por las que vemos una crisis humanitaria, problemas importantísimos en el sector salud y la crisis migratoria más grande que hemos visto en América Latina en los años recientes”, puntualizó el directivo del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI.