Muchas de las fincas donde se encontraron fosas clandestinas en Jalisco, fueron desmanteladas por delincuentes.
En agosto del 2018, la entonces Fiscalía General del Estado encontró 10 cuerpos al interior de la vivienda ubicada en la calle Villa Lugo del fraccionamiento Villa Fontana Aqua, en Tlajomulco de Zúñiga. A casi dos años, desapareció el marco y la ventana de la finca, las chapas, y la infraestructura básica del baño y el patio. En los vidrios principales colocaron los sellos de clausura. En la casa todavía permanece la tierra que extrajeron del patio donde enterraron las bolsas negras con restos humanos. Además, hay ropa y basura.
Francisco Hernández, uno de los primeros habitantes del fraccionamiento, confesó que él junto con otros vecinos pensó en abandonar su patrimonio ante el sinfín de cuerpos y fosas halladas, pero “si nos íbamos al otro día nos vaciaban como le han hecho, y vea cómo han estado dejando todo. La situación está difícil”, resumió.
Y es que el año pasado, también en agosto, se localizaron 10 cadáveres más en una vivienda de la calle Villa Huelva y Avenida Chulavista. El sello de clausura fue roto y la chapa de la puerta ahora está sujeta con un alambre. Los vecinos dicen que dos jóvenes entran y salen.
“Ese día le hablé (a la policía de Tlajomulco de Zúñiga) porque pasaron un montón de muchachitos, y una vecina me dijo que eran los de la plaza; no sé si sea cierto o no, yo prácticamente sí tengo miedo, porque estamos completamente solos. No vienen”, lamentó una mujer.
Aquí las patrullas no pasan, sostuvo otra. “Hay pleitos y los chavos pasan con pistolas y sus metralletas y ni quien diga nada”, comentó Araceli, quien tiene tres años de vivir en Villa Fontana Aqua.
“Siento feo de vivir entre fosas, además hay ruidos en las casas, quién será, las ánimas; nos han bajado hasta la tapa del inodoro, y no hay nadie. Luego sientes que alguien está cerca de ti y sientes frío. De verdad se me pone la piel chinita”, confió.
CGE