Nuevo León.- Sería por la diferencia de edades, por la forma de ver las cosas… o simplemente “porque sí”… lo cierto es que las discusiones y los conflictos eran frecuentes entre Rosendo y Jessy.
Él le llevaba casi 30 años y, con regularidad, sus vecinos escuchaban los gritos y los pleitos verbales entre ellos.
Tenían algunos años viviendo en unión libre y procrearon un hijo, que ahora tiene 1 año y medio.
La madrugada del lunes “la sangre llegó al río”: Durante un nuevo conflicto que se extendió hasta afuera de la vivienda, Jessy abordó su auto Ford Gran Marquis, y atropelló intencionalmente a Rosendo.
Lo embistió sobre la banqueta exterior, y el impacto derribó el portón de madera y metal de la cochera, en cuyo interior quedó el cuerpo del ingeniero civil, de 61 años.
Algunos vecinos escucharon el ruido y llamaron a la Policía. La mujer no fue detenida, y el cuerpo de la víctima permaneció allí aproximadamente 18 horas, hasta que las autoridades culminaron la investigación de campo.
El estremecedor incidente ocurrió en el número 211 de la calle Arco del Triunfo, casi esquina con Eugenio A. Benavides, en la colonia Moisés Sáenz, en el municipio de Apodaca.