CIUDAD DE MÉXICO.- La familia de Juan Cabrera, quien falleció el 2 de febrero por un paro cardiorrespiratorio, a consecuencia del COVID-19, tuvo que esperar 45 horas para que la funeraria recogiera el cuerpo del hombre.
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Luego de que Juan falleciera en el Hospital General de Zona número 76 del IMSS, en Ecatepec, la familia buscó un servicio funerario, tras no contar con el dinero suficiente, solicitaron los servicios que la alcaldía Gustavo A. Madero ofrece para las personas de bajos recursos de la demarcación.
La familia fue atendida por un servidor público identificado como Aldo Ornelas, quien les cobró 6 mil 500 pesos por el servicio. Sin embargo, tardaron más de 45 horas para sepultar el cuerpo.
Personal de la funeraria recogió el cuerpo del hospital, lo embalsamaron y posteriormente lo llevaron a la casa de la familia para que lo velaran, pese a que el hombre murió por COVID-19.
Posteriormente les indicaron que acudirían al siguiente día para enterrarlo en el panteón San Isidro, pero fue hasta el 5 de febrero cuando por fin acudieron por el cuerpo, el cual ya empezaba a despedir un olor fétido.
El personal de la funeraria realizó el servicio sin ningún protocolo sanitario ni recomendaciones para la familia, quienes procuraron no reunirse y desinfectar su espacio con agua con cloro y alcohol.
ZNR