Ganaderos de comunidades rurales en la ciudad de León sufren también los estragos de la sequía, ya que alimentar y dar de beber a sus animales se ha vuelto una tarea preocupante por la falta del vital líquido que cada día escasea más en las presas de Guanajuato.
Una sola vaca llega a consumir hasta 40 litros de agua y 33 libras de comida por día, no obstante los campos de cultivos también peligran por la carencia del líquido, lo que a su vez afecta la alimentación del ganado.
El precio de una vaca depende de su estado de salud y peso, aunque en promedio llega a costar 15 mil pesos según los ganaderos, el problema es que han tenido que venderlas más barato porque si no se enferman debido a la deshidratación.
Por el momento aún quedan esperanzas para los ganaderos, ya que esta semana según pronósticos del clima, se esperan lluvias en gran parte de la ciudad.