Rafael González es un joven de 28 años egresado del Tec de Monterrey de la carrera de Ingeniería Física Industrial y, actualmente, cursa un doctorado en nanotecnología en esta misma escuela y ahora, se ha convertido en la única persona capaz de resolver el problema óptico que ni siquiera Isaac Newton consiguió.
Rafael junto con Alejandro Chaparro, egresado de la UNAM, trabajaron juntos en buscar una posible solución del problema sobre la aberración esférica en lentes ópticos.
Anteriormente, una de las soluciones que había para el problema era utilizar dos lentes que no fueran esféricos, es decir, asféricos, cuya característica es que solo tienen detalles esféricos en la parte de la superficie. Sin embargo, hasta ahora, la calibración de estos lentes dependía de un cálculo que no era del todo preciso.
Esa mañana, luego de meses y meses de intentar solucionar la ecuación que planteaba el problema, Rafael supo que ya lo tenía. “Subí a mi cuarto, me puse a programar, vi que salió y me puse a brincar de emoción”, narra Rafael.
Para resolver este problema, Rafael empleó una compleja ecuación. “Durante nuestro estudio, calculamos la eficiencia de 500 rayos y el porcentaje de satisfacción de todos los ejemplos fue de 99.99 por ciento”. Gracias a este descubrimiento, industrias como la de los telescopios, cámaras y demás artículos que utilizan lentes, podrían reducir gastos