MONTERREY.- Las personas que se dedican a trabajar en gimnasios han sido de las más afectadas durante la pandemia, Robin Pedraza quien tiene un espacio dedicado a este rubro desde hace tres años, comparte su historia y opina que la gente juzga sin saber, cuando hay familias enteras que viven de estos espacios que ayudan a la salud.
A finales del año pasado les permitieron abrir, esto parecía una esperanza, pero resultó peor porque los renteros les pedían el dinero y aún no se recuperaban.
Para tener un gimnasio se necesita una fuerte inversión, para tener los aparatos aunado a pagar renta mes a mes, actualmente debe seis meses de renta.
Desesperados piden ponerse en sus zapatos, está próximo a ser papá y no tiene nada porque vive al día haciendo trabajos de soldadura a lo que ha tenido que recurrir para tener que comer
Insistió en que si no abren estos espacios para el mes de Febrero será la quiebra para muchos negocios como este dedicados al tema de la salud y el deporte.
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