Con un gorro blanco de la Marina y un delantal, Iván acompañó a su mamá a vender fruta y jicaletas al centro de la Ciudad de México, donde también pudo disfrutar del desfile conmemorativo por el Aniversario de la Independencia de México y no paró de saludar a los elementos que marchaban por las calles de la ciudad.
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Iván, quizá sin saber lo que representan, no podía contener su emoción y gritaba “adiós” a los militares. Al ver emocionado a su hijo, Adriana sonreía y contribuía con su sentimiento al saludarlos también.
“Es la primera vez que lo ve y se emociona. Vengo a vender y de paso para que lo vea”.
Adriana e Iván son originarios de Puebla y hace un año se mudaron a la Ciudad de México en busca de una mejor vida en medio de la pandemia por covid-19, sin embargo, no habían tenido oportunidad de presenciar este evento.
A pesar de haber salido de casa con la mira de aprovechar las aglomeraciones y vender fruta, jicaletas y dorilocos, Adriana también se emocionó y externó que le gustaría que Iván fuera como los elementos del ejército, sin embargo, asegura que ella apoyará a su hijo en lo que él desee hacer una vez que se adulto.
Iván al igual que su mamá portaba un mandil para trabajar, pero también con mucha felicidad portaba el gorro de la Marina que los elementos le habían obsequiado calles atrás.
El mandil como representación del trabajo de estos poblanos y el gorro quizá, representando los sueños perseguidos.
Un total de 15 mil 165 militares participaron en el desfile conmemorativo por el 211 Aniversario del inicio de la Independencia de México y como cada año, aún con restricciones de movilidad por el covid-19, cientos de personas salieron a las calles de la Ciudad de México a disfrutar del espectáculo.