ESTAMBUL (AP) — Para Ethem Salli, la vida en lo que sigue considerando una de las mejores ciudades del mundo se limita a poco más que ir de casa al trabajo.
Este ingeniero de 41 años tiene frescos en la memoria una serie de ataques terroristas ocurridos en Estambul y casi no sale de su casa.
"Tengo miedo, igual que todos aquí. Creo que el gobierno no puede ofrecer seguridad", expresó Salli el lunes mientras cruzaba un parque nevado cerca del estrecho del Bósforo. "Ahora todos piensan que puede pasar cualquier cosa, en cualquier lugar. Estambul y Turquía son hoy sitios que meten miedo".
El temor cunde no solo en Turquía.
Desde Berlín hasta Bruselas, de la Florida a Francia, mortíferos ataques contra sitios públicos dejan un tendal de víctimas y temor de nuevos atentados.
En París la gente ha vuelto a reunirse en los cafés después del atentado del 13 de noviembre del 2015, pero muchas escuelas limitan las salidas de sus alumnos por temor a que sean blanco de ataques.
Bélgica mantiene un estado de alerta, con soldados y más policías que de costumbre en las calles. Los belgas lo piensan dos veces antes de salir y una encuesta realizada por las autoridades de tránsito indicó que una tercera parte de los ciudadanos cambiaron sus rutinas después de ataques en Bruselas y tratan de evitar sitios públicos como salas de cine y centros comerciales.