MONTERREY.- A las 5 de la mañana suena el despertador de José Adriel, un joven de 26 años que salió de su natal Orizaba, Veracruz, en búsqueda de mejores oportunidades laborales que encontró en Nuevo León.
"Mi trabajo me gusta, me gusta hacer mi trabajo, no es pesado, sino lo pesado realmente es el transporte.
"Es pesado también estar sentado dos horas, hora y media, uno dijera es cómodo porque vas sentado, pero a la larga empieza a doler la espalda".
De lunes a viernes no desayuna. Debe darse prisa para llegar a tiempo a su centro de trabajo. Sale de casa a las 6 de la mañana y recorre calles con escaso alumbrado público en la colonia Rehiletes, en Juárez.
El reto es llegar en dos horas y media hasta un parque industrial en Apodaca, ubicado a 30 kilómetros de distancia. Solo 5 minutos marcan la diferencia de perder el primer camión y enfrentarse al caos vial.
"Esos cinco minutos son los que descuadran todo el día (…) más presencia de ciudadanos, el tráfico, el autobús va pare, pare y pare".
Todos los días viaja en dos camiones: uno de la Ruta 185 que lo llevará de Juárez a Guadalupe y otro de la Ruta 160 que lo trasladará hasta Apodaca, luego una unidad de su empresa lo dejará en la puerta del parque industrial.
El costo de recorrer tres municipios representa el 15 por ciento de su salario.
"Aproximadamente 50 pesos por día, pero dentro de esos 50 pesos por día ya estoy considerando mi café o un pequeño refrigerio".
Pero si despierta tarde, desembolsará 60 pesos extras para abordar un taxi.
"Igual considero las opciones más económicas, podría tomar un Uber y Didi, pero es más caro y también más tardado, en lo que nos vamos".
La incertidumbre culmina tras un recorrido de horas y media.
Pero nueve horas después de la jornada laboral, inicia otro reto: volver a casa en medio de altas temperaturas, estrés y aglomeraciones.
El viaje de regreso también incluye boleto en primera fila de conflictos entre usuarios contra conductores.
"De las 24 horas solo voy a estar 9 horas en casa, espero dormir 6 horas y mañana otra vez a lo mismo".
De las 24 horas del día, Adriel está fuera casa 15, de las cuales, 9 las destina a su jornada laboral y 6 para viajar en transporte público, 6 más para dormir y solo 3 para realizar actividades recreativas, pero en su domicilio, como ver televisión o leer.
Adriel sale de casa de madrugada y llega el anochecer. Jamás ve la luz solar.
mvls