A pesar de las cifras presentadas por el gobierno del estado que lo niegan, la saturación de hospitales que atienden casos de covid-19 es una realidad para los familiares de personas que padecen el virus.
Algunos relatan que han recorrido hasta seis unidades hospitalarias en busca de atención médica para sus seres queridos, como Ernesto, cuyo hermano presentó el pasado lunes dificultad para respirar y saturación de oxígeno por debajo del 70%. Luego de una exhaustiva búsqueda, lograron internarlo la madrugada del martes en la Unidad de Urgencias Delgadillo Araujo. “De esas clínicas se recorrieron como cinco o seis y todas supuestamente estaban saturadas”, comentó.
De acuerdo a datos proporcionados por Miguel Ángel Andrade, director de Servicios Médicos Municipales, den esta unidad, al día miércoles 14 de enero, hay 10 camas con ventilador y 20 sencillas, todas están ocupadas.
La situación se repite en otros hospitales covid: en la clínica Valentín Gómez Farias del ISSSTE, personal médico confirmó que también existe saturación y se han visto rebasados en la atención brindada a los pacientes, debido al déficit de trabajadores sanitarios.
“El personal también es insuficiente porque ya está cansado, y desgraciadamente muchos compañeros ya han fallecido, entonces hace falta personal y hace falta que nos cuidemos, que realmente nos cuidemos y veamos que esto es realidad”, manifestó una enfermera del nosocomio.
María ha vivido en carne propia la falta de atención para su madre de 79 años, quien no tiene covid-19 pero fue ingresada el lunes por trombosis.
“Yo estaba llorando de impotencia porque no me le hacían caso, yo decía ‘me la van a dejar morir y qué voy a hacer y no me van a dejar sacarla’. Me la querían hacer pasar por covid y ella venía con otro problema. Tiene neumonía pero no es por covid, es por causa de que toda su vida fumó”, relató.
Mientras, en el Hospital Angel Leaño, destinado exclusivamente a la atención de casos positivos del virus, como parte de la reconversión hospitalaria, se manejan con hermetismo. Solo entran y salen autos de personal médico o vehículos de carga pesada con insumos.
Sin embargo, el guardia de seguridad de la entrada principal confirmó a TELEDIARIO GUADALAJARA que ya no hay espacio para más pacientes.
CGE