MÉXICO.- Alethse de la Torre Rosas, directora general del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el Sida, destacó que el uso generalizado del cubrebocas en la comunidad implica un alto riesgo de contacto de Covid-19, debido a su mal uso y la relajación de las medidas consideradas pilares como son la higiene de manos y la sana distancia, de acuerdo con la guía publicada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“El primero es la autoinoculación, la contaminación, al tener un objeto extraño en la cara es más fácil que nos dé comezón, que manipulemos de forma inadecuada y si no hice higiene de manos, tengo el riesgo de autoinocularme”, a través de los ojos, nariz o boca.
En conferencia vespertina, la también integrante del equipo científico del gobierno federal en temas de infectología y salud pública, dijo que tener puesto el cubrebocas durante un lapso prolongado de tiempo puede humedecerlo, por lo que implica otro riesgo de contagio.
“La amplificación, si no se cambia, si está húmedo y no me lo cambio en lugar de tener pocas partículas que van a caer, y ahora lo traigo justo en el cubrebocas”.
Además, dijo que otro de los riesgos son lesiones en la piel, dermatitis, el incremento del acné. Además de que dificulta la comunicación, “esto es importante en niños, personas, adultos mayores, también quienes usan el lenguaje de señas”.
Sostuvo que usar cubrebocas da una falsa sensación de seguridad, “no hay nada más peligroso que sentirnos seguros con un elemento que no va solo”, insistió, además de agregar que otro de los contras de cubrebocas desechables es el impacto ambiental.
cog
MÉXICO.- Alethse de la Torre Rosas, directora general del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el Sida, destacó que el uso generalizado del cubrebocas en la comunidad implica un alto riesgo de contacto de Covid-19, debido a su mal uso y la relajación de las medidas consideradas pilares como son la higiene de manos y la sana distancia, de acuerdo con la guía publicada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“El primero es la autoinoculación, la contaminación, al tener un objeto extraño en la cara es más fácil que nos dé comezón, que manipulemos de forma inadecuada y si no hice higiene de manos, tengo el riesgo de autoinocularme”, a través de los ojos, nariz o boca.
En conferencia vespertina, la también integrante del equipo científico del gobierno federal en temas de infectología y salud pública, dijo que tener puesto el cubrebocas durante un lapso prolongado de tiempo puede humedecerlo, por lo que implica otro riesgo de contagio.
“La amplificación, si no se cambia, si está húmedo y no me lo cambio en lugar de tener pocas partículas que van a caer, y ahora lo traigo justo en el cubrebocas”.
Además, dijo que otro de los riesgos son lesiones en la piel, dermatitis, el incremento del acné. Además de que dificulta la comunicación, “esto es importante en niños, personas, adultos mayores, también quienes usan el lenguaje de señas”.
Sostuvo que usar cubrebocas da una falsa sensación de seguridad, “no hay nada más peligroso que sentirnos seguros con un elemento que no va solo”, insistió, además de agregar que otro de los contras de cubrebocas desechables es el impacto ambiental.
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