De detectarse en etapa temprana, la hepatitis es curable y evita daños más graves al hígado, como cirrosis o cáncer hepático, informó Rubén Santoyo Ayala, subdirector médico del Hospital de Especialidades del IMSS en Jalisco, en víspera del Día Mundial de la Hepatitis, que se conmemora el próximo 28 de julio.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, actualmente hay 400 millones de personas en el mundo con esta enfermedad, de las cuales el 5 por ciento es portador del virus que ocasiona la patología.
“Lo importante es que hasta 90 por ciento de los casos de hepatitis C que son detectados a tiempo tiene posibilidades de curarlos con antivíricos en un corto plazo”, destacó el especialista del Seguro Social.
Santoyo Ayala recordó que los principales factores de riesgo para contraer el virus de la Hepatitis tipo C son el consumo de drogas vía intravenosa, debido a la posibilidad de compartir jeringas; prácticas sexuales sin protección, enfermedades autoinmunes, transfusiones de sangre contaminada con el virus de la hepatitis C, y la exposición a semen o fluidos corporales de personas que padecen la enfermedad.
Explicó que hay distintos tipos de Hepatitis, el más común es el A, el cual se adquiere por ingestión de alimentos o bebidas contaminadas, así como por contacto con personas con la enfermedad. Por lo regular, ésta se asocia a condiciones deficientes de higiene y es frecuente en menores de 10 años; el Sector Salud cuenta con vacuna para prevenirla.
En el caso de la hepatitis C, el origen es viral, y las vías de contagio son la sexual y el contacto con sangre y fluidos de personas portadoras; suele ser una infección asintomática. El riesgo de que personas que la padecen desarrollen afecciones como la cirrosis hepática es de 30 por ciento.
En otros tipos de hepatitis pueden presentarse fiebre, malestar, diarreas, nauseas, perdida de apetitito, ictérica en piel y ojos, y oscurecimiento de orina.