Fallas en los Ministerios Públicos retrasan el esclarecimiento de las muertes de dos mujeres: Sharon y Karen, cuyas madres comparten la impotencia por la falta de impartición de justicia.
En junio del 2016, Daisy Viridiana Martínez Soto, murió por un golpe en el cráneo cuando tenía 27 años de edad.
El día 16 de ese mes, viajaba con su hijo y su pareja sentimental cuando fue agredida a golpes, y cinco días después, falleció en el Hospital General de Torreón por un fuerte golpe en la cabeza.
Familiares de Daisy denunciaron a su pareja sentimental como responsable del asesinato.
Sharon Quiñones, de 32 años de edad, también fue privada de la vida en el 2016, cuando puso en venta su camioneta. El 5 de noviembre de ese año, un hombre con quien pactó la compra venta del vehículo llegó a su domicilio, y ese día fue asesinada.
Días después el presunto homicida fue localizado, pero han pasado seis meses y el caso sigue abierto, sin que el responsable haya sido procesado.
Tras la muerte de Sharon, la patria potestad de su hija pasó a la abuela materna, pero Juan Guillermo Martínez, padre biológico, se llevó a la menor, por lo que fue denunciado. Sin embargo, han pasado seis meses y no han sido localizados.
Impotencia y frustración unen a estas mujeres, que con casos diferentes evidencian la incapacidad de los ministerios públicos para impartir justicia.