MONTERREY.- Acompañado sólo por sus dos perros y cobijado por la solidaridad de algunas personas, Reyes Ramírez, de 70 años, logró sobrevivir a la primera noche de frio, pero sus vecinos temen que una segunda noche casi a la intemperie, le haga un daño irreparable.
Hace unos tres meses, los mismos vecinos de la calle Privada Limón, entre Magnolia y Clavel, en la colonia Moderna, le dijeron que se metiera a una casa abandonada que hay en la cuadra.
Acostado en un pasillo que da a la reja del frente, Reyes Ramírez pasó la noche. Los vecinos le llevaron de cenar, le dieron un par de cobijas, y llamaron al 911, para que alguien lo auxilie, pero siguen esperando.
Saben que tiene sobrinos y una pensión, pero ignoran los motivos por los que vive en la calle. Aunque es evidente que está un poco fuera de la realidad.
"Estos muchachos me siguen, son sobrinos, los perritos,", dijo.
El señor se ve enfermo. Sus pies los tiene hinchados y seguramente lo calientan más los dos perritos que lo acompañan y lo cuidan, que las cobijas.
Aún así, este martes no se levantó en todo el día. Los vecinos le llevaron de comer, y un hombre que dijo es su sobrino fue y les ayudó a cambiarle la ropa.
Los vecinos del sector sólo piden que alguna autoridad pasé por él, lo lleve a un albergue donde esté a salvo del frío, y ya cuando pase el riesgo, lo dejen volver a esa casa abandonada que él ha tomado como hogar.
dat