MONTERREY.- Las ventas en redes sociales se han convertido en un mercado gigante sin filtros de seguridad, donde la confianza es el aval, que en ocasiones es vulnerada con facilidad.
Es el caso de Don Raúl, quien puso a la venta su automóvil modelo 2018 para salir de algunas deudas, apoyar a su papá enfermo y pagar la escuela y graduación de sus hijas, pero nunca se imaginó que el simple hecho de confiar lo involucraría en una de las peores experiencias de su vida.
El supuesto comprador logró con éxito inspirar confianza en la familia, aseguró que trabajaba en el palacio municipal, los citó en el kiosko de la Macroplaza y los mandó con una persona al banco a realizar el depósito y fue ahí que comenzó el calvario para Don Raúl.
Fue en este estacionamiento de la Macroplaza donde citaron a Raúl para cerrar el trato, entregó las llaves y confío en que los 169 mil pesos pactados por la compra venta del auto, iban a estar pronto en su cuenta bancaria. El presunto comprador que se identificó como Alejandro Carrillo Velázquez los volvió a citar al siguiente día, pero nunca llegó, sólo fueron llamadas y mensajes por WhatsApp incluso les envío un Uber para que Raúl y su hija regresarán a casa. En las últimas conversaciones, le aseguró que le pagaría en efectivo en su casa, pero esto nunca sucedió, tampoco fue real la ubicación de su domicilio que les mandó por WhatsApp.
La familia ya interpuso una denuncia en la Fiscalía General de Justicia, esperan que con el video que grabaron cuando le mostraron el auto y las cámaras de seguridad del estacionamiento y el banco las autoridades puedan dar con el paradero de quien les robó el vehículo y la tranquilidad, que llevó a Raúl en medio de la desesperación a atentar contra su vida.
mvls