Pese a que los restos de 55 personas están identificados en el Servicio Médico Forense de Jalisco, hasta ahora, no han sido entregados a sus parientes, cinco casos pertenecen a familias adheridas al colectivo Entre el Cielo y Tierra, y el resto forman parte de Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos Jalisco (FUNDEJ).
Ambos organismos, estiman que el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) tarda en promedio, año y medio para armar un cadáver. Entre los identificados, se encuentra el hijo de la señora Guadalupe Ayala Contreras, que desde enero del 2020 encontró la mano en la fosa de El Mirador, en Tlajomulco de Zúñiga; y es fecha que no conforman su cadáver, denunció la coordinadora del Colectivo FUNDEJ, María Guadalupe Aguilar Jáuregui.
Una señora solicitó la semana pasada que le dieran las únicas secciones anatómicas encontradas de su hijo, porque “ya no puede estar yendo al Servicio Médico Forense (SEMEFO) y ya quería cerrar este duelo”, citó.
También, las madres de José Francisco Villa Tomás, José de Jesús Mejía Ramos y Dillan Francisco, desaparecidos en 2019, siguen esperando respuesta de la autoridad. En estos dos últimos casos, les dieron como fecha de entrega el pasado mes de octubre, y el Instituto no cumplió.
El Colectivo de Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos Jalisco anunció que realizarán un plantón de 24 horas frente al IJCF, a fin de que ya les otorguen los cuerpos de sus familiares.“No nos retiraremos hasta que nos den respuesta, que nos digan verdaderamente, en tres días, en una semana o algo así, porque ya estuvo bueno. Siempre dicen, qué dentro de 15 días, y llegan los 15 días, y no, dentro de otros 15 días, y ahí se la llevan”, expresó.
¿Las familias están a favor de que les entregue el cuerpo incompleto? “No, no, no, tiene que ser todo el cuerpo. La mayoría quiere todo el cuerpo, entonces, lo tienen que completar, así de sencillo”, advirtió. Si una familia, decide lo contrario, FUNDEJ respaldará la decisión. “Todas quieren el cuerpo completo”, anticipó.
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En entrevista, explicó que la falta de genetistas, antropólogos forenses y equipo en el IJCF ha provocado que los cadáveres no se puedan integrar de forma oportuna.Además, tienen un desorden de los restos humanos hallados en diferentes cementerios clandestinos del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG).
“No llevan un orden consecutivo en lo que se encuentra en las fosas, sino otra situación sería”, consideró, al revelar que nunca le han permitido ingresar al sitio donde tienen resguardados los segmentos para saber en condición se encuentran.
“Es una situación sumamente triste y denostable, que el Gobierno de Jalisco, el IJCF y SEMEFO se tarden tanto (para entregar los restos) porque solo alargan el sufrimiento de las familias”, opinó.
“Si de alguien se tiene una pierna, un brazo, un segmento, hay trabajar duro hasta completar ese”, sugirió, al comentar el caso de Panchito, estudiante de la preparatoria de la Universidad de Guadalajara.
“Y ahí tienen a la señora María de los Ángeles, dentro de 15 días, y estar haciendo la búsqueda entre los segmentos para ver si los puede localizar, imagínate el sufrimiento, es como ver una película de horror”.
Lupita Aguilar lamentó que la autoridad se escude en la pandemia para no hacer su trabajo. Indicó que la base de datos de ADN que vendría agilizar la identificación de cadáveres no existe. Ni a nivel federal, ni estatal. “Entonces eso también dificulta la entrega, que tienen que hacer confrontas directas y estas tardan más”, puntualizó.
Ahora las familias lo que hacen es llevar escritos donde exigen plazos de entrega. “Esos textos los llevamos a Oficialía de Partes del IJCF para que a su vez nos den un acuse de recibo y tener la certeza de que así llega a la dirección, pero pues el director qué hace, sino tiene genetistas, no tiene la gente”.
Los colectivos de familiares de desaparecidos se dicen cansados de mentiras y promesas. Quieren ver solidaridad y apoyo de la autoridad en un delito que va en aumento: la desaparición. En SEMEFO tampoco los ven.“Nos tienen que solucionar, porque las víctimas no elegimos estar ahí solicitando los restos de nuestros hijos”, demandó la coordinadora del Colectivo FUNDEJ, María Guadalupe Aguilar Jáuregui.Por lo pronto, ya presentaron una “macro queja” ante la CEDHJ. Ahora esperan que el ombusdman la lleve a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.