Ciudad de México.- Guillermo Martínez, un chofer de transporte público, realizaba una revisión mecánica de rutina cuando de repente se golpeó la nariz, lo que le provocó un tumor y dos años después se lo extirparon.
Tras el retiro del tumor, se le tuvo que realizar una cirugía reconstructiva en la cara, luego de que le separaran la dentadura.
Para que esto fuera posible, especialistas en cirugía plástica y reconstructiva del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional La Raza del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) utilizaron una técnica microquirúrjica para colocar los tejidos y reconstruir la zona de la cabeza y el cuello.
¿Cómo se logró la operación?
Alejandro Cruz Segura, cirujano plástico reconstructivo, explicó que la cirugía se logró con el uso de un microscopio quirúrgico y una sutura casi invisible al ojo humano.
También se ocuparon imágenes a través del sistema Doppler portátil y cámaras infrarrojas para vigilar de manera estrecha la vida de los colgajos después de implantarlos ha sido posible que se vean beneficiados un aproximado de hasta 100 pacientes cada año.
“La técnica consiste en realizar un autotrasplante de un sitio distante del cuerpo del paciente hacia otra área afectada, en la cual se unen vasos, arterias y nervios de aproximadamente un milímetro de diámetro; con esto, el colgajo continúa recibiendo sangre y no muere”.
Los colgajos microvasculares de piel, músculo y de hueso, dijo, se han convertido en la primera opción de tratamiento en grandes defectos de la cara y cuello; y con la técnica microquirúrgica se contribuye a lograr con éxito la sobrevida de estos.
Los defectos de la cabeza y el cuello representan problemas reconstructivos por su relación con estructuras importantes implicadas en funciones como la visión, el habla, la masticación y la deglución.
En el 2016, el Servicio de Cirugía Plástica y Reconstructiva del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional La Raza, realizó entre 70 y 80 procedimientos anuales con una tasa de supervivencia y de éxito del 95 por ciento.
"Por mi familia tomé la decisión de atenderme ya, sabía que era algo complicado, pero los doctores me dieron la confianza y me puse en sus manos. Aquí en el Seguro Social sí cambiaron mi vida por completo porque tenía miedo de salir a la calle y que la gente me viera; ahora que vine a este Hospital, mi vida cambió totalmente, hoy puedo salir a la sociedad, verme como una persona normal, mi apariencia cambió totalmente”, comentó el paciente.
Ciudad de México.- Guillermo Martínez, un chofer de transporte público, realizaba una revisión mecánica de rutina cuando de repente se golpeó la nariz, lo que le provocó un tumor y dos años después se lo extirparon.
Tras el retiro del tumor, se le tuvo que realizar una cirugía reconstructiva en la cara, luego de que le separaran la dentadura.
Para que esto fuera posible, especialistas en cirugía plástica y reconstructiva del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional La Raza del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) utilizaron una técnica microquirúrjica para colocar los tejidos y reconstruir la zona de la cabeza y el cuello.
¿Cómo se logró la operación?
Alejandro Cruz Segura, cirujano plástico reconstructivo, explicó que la cirugía se logró con el uso de un microscopio quirúrgico y una sutura casi invisible al ojo humano.
También se ocuparon imágenes a través del sistema Doppler portátil y cámaras infrarrojas para vigilar de manera estrecha la vida de los colgajos después de implantarlos ha sido posible que se vean beneficiados un aproximado de hasta 100 pacientes cada año.
“La técnica consiste en realizar un autotrasplante de un sitio distante del cuerpo del paciente hacia otra área afectada, en la cual se unen vasos, arterias y nervios de aproximadamente un milímetro de diámetro; con esto, el colgajo continúa recibiendo sangre y no muere”.
Los colgajos microvasculares de piel, músculo y de hueso, dijo, se han convertido en la primera opción de tratamiento en grandes defectos de la cara y cuello; y con la técnica microquirúrgica se contribuye a lograr con éxito la sobrevida de estos.
Los defectos de la cabeza y el cuello representan problemas reconstructivos por su relación con estructuras importantes implicadas en funciones como la visión, el habla, la masticación y la deglución.
En el 2016, el Servicio de Cirugía Plástica y Reconstructiva del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional La Raza, realizó entre 70 y 80 procedimientos anuales con una tasa de supervivencia y de éxito del 95 por ciento.
"Por mi familia tomé la decisión de atenderme ya, sabía que era algo complicado, pero los doctores me dieron la confianza y me puse en sus manos. Aquí en el Seguro Social sí cambiaron mi vida por completo porque tenía miedo de salir a la calle y que la gente me viera; ahora que vine a este Hospital, mi vida cambió totalmente, hoy puedo salir a la sociedad, verme como una persona normal, mi apariencia cambió totalmente”, comentó el paciente.