Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) señalan que aun cuando el consumo de pulque estaba más popularizado entre los pobladores de este municipio, las élites de Tezontepec trataban de emular las tendencias de consumo que imperaban en la capital y en otras ciudades importantes del México decimonónico.
Durante su participación en el Cuarto Coloquio de Arqueología Histórica donde se presentó la investigación” De Ámsterdam a Tezontepec. Evidencias arqueológicas del consumo de ginebra en los ranchos El Bathé y El Varal durante los siglos XIX y XX”, el arqueólogo Eduardo Ambrosio Lima explicó que entre los vestigios se encuentran fragmentos de vidrio y de cerámica alisada y vidriada, porcelana y loza fina blanca europeas y gres.
“Consumada la Guerra de Independencia, México abrió sus fronteras al comercio internacional, principalmente europeo, aunque éste ya existía desde los últimos años del periodo novohispano de manera legal y por contrabando. Sin embargo, al ser una nación independiente, la actividad comercial se formalizó y la importación de mercancías europeas cobró importancia”, recordó el arqueólogo de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH),